Intento que mi blog sea informativo e interesante al mismo tiempo. Podría escribir relatos eróticos, o contar mi opinión sobre diferentes posturas sexuales o los últimos juguetes sexuales del mercado. Pero mi objetivo no es tan simple y tonto. Me gustaría llamar tu atención sobre los problemas sociales existentes, que son importantes y podrían resolverse si todos ponemos de nuestra parte para reducir la violencia y la brutalidad. Yo misma soy una mujer y puedo imaginar lo difícil que es para muchas otras mujeres que sufren una dosis diaria de violencia. La violencia sexual o de otro tipo es un crimen y no hay forma de justificar un acto así contra otro ser humano. Cada vez que leo noticias devastadoras sobre brutalidad doméstica o de otro tipo, me hace pensar. ¿Por qué tenemos que ser crueles los unos con los otros? ¿Por qué nos aprovechamos de los menos afortunados, menos fuertes o menos poderosos? Según un estudio muy extendido, todavía existe un nivel importante de agresiones contra mujeres y niñas en todo el mundo, y en algunos países es incluso legal. Lamentablemente, en algunos lugares la violación doméstica no se reconoce como delito, por lo que no se castiga. Desgraciadamente, la violencia contra las mujeres y las niñas "persiste en niveles alarmantes" a pesar de los importantes avances en materia de igualdad de género para la salud, la educación y los derechos legales, según un amplio informe mundial publicado el lunes.
El informe basado en un análisis de datos globales extraídos de una serie de organismos internacionales, como el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, varias agencias de la ONU y encuestas, identifica los avances y las lagunas en el progreso de las mujeres hacia la igualdad en los últimos 20 años. El informe es el resultado de un proyecto mundial de un año de duración dirigido por la Fundación Bill y Melinda Gates y la iniciativa de la Fundación Clinton.
El informe también coincide con el 20º aniversario de la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín, un plan para lograr una mayor igualdad forjado en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU. El documento de 1995 pedía "la participación plena e igualitaria de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural".
Una revisión de los progresos realizados desde entonces encontró pruebas alentadoras de que cuando las mujeres y las niñas participan plenamente en la sociedad, los resultados positivos crean un efecto dominó que aumenta el bienestar en las comunidades, el crecimiento en las economías y la seguridad en las naciones, según el informe. Entre los resultados más positivos se encuentran los relativos a la salud, la educación y los derechos legales.
Gracias a las mejoras en el acceso a los servicios sanitarios, las niñas nacidas hoy pueden esperar vivir una media de casi 73 años, unos cuatro años más que en 1995, según el informe. La tasa de mortalidad materna mundial se redujo en un 42% en 20 años; la tasa de mortalidad de las niñas disminuyó a la mitad y los nacimientos de adolescentes se redujeron en casi un tercio.
Pero la violencia sexual sigue siendo "una epidemia mundial", advirtió el informe. Citaba datos que mostraban que el 35% de las mujeres habían denunciado violencia física o sexual a lo largo de su vida. Y a pesar del aumento de las leyes contra la violencia doméstica, a menudo falta la aplicación y el cumplimiento de dicha legislación. Además, según el informe, siguen existiendo leyes que restringen los derechos de las mujeres. La violación conyugal sigue siendo legal en muchos países.
Las conclusiones se producen tras una serie de incidentes que han puesto de manifiesto la difícil situación de las mujeres que se enfrentan a la violencia sexual. Los casos de violación de alto perfil han desencadenado un diálogo nacional en la India, mientras que el secuestro de cientos de niñas en Nigeria por parte del grupo armado Boko Haram desencadenó una campaña mundial. Los informes recientes sobre mujeres que han sido obligadas a convertirse en esclavas sexuales por miembros del Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL) también han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres atrapadas en el conflicto.
El informe del lunes también pone de relieve otros aspectos preocupantes. Por ejemplo, hay que seguir trabajando para reducir las infecciones por VIH en las mujeres, que son casi el doble que en 1995, especialmente entre las adolescentes y las jóvenes. Además, más de 220 millones de mujeres de todo el mundo quieren utilizar métodos anticonceptivos modernos, pero a menudo no tienen acceso a ellos.
En el ámbito de la educación, el informe constata que la brecha de género a nivel mundial entre los niños en edad escolar primaria "prácticamente se ha cerrado". Pero en la enseñanza secundaria, considerada un factor importante para que las niñas puedan evitar el matrimonio infantil y contribuir a sus familias y comunidades, la brecha de género se ha reducido pero sigue existiendo; es especialmente amplia en el África subsahariana y el sur de Asia. La falta de progreso también es preocupante en la participación económica de las mujeres, que prácticamente se ha estancado desde 1995, con un 55% de mujeres en la fuerza de trabajo frente a un 82% de hombres. A menudo trabajando en la economía informal, las mujeres siguen ganando menos que los hombres en casi todos los países.
Más de 150 países no cuentan con leyes que garanticen la igualdad de acceso al capital y a la propiedad, mientras que nueve naciones restringen legalmente la libertad de movimiento de las mujeres.
Aunque el número de mujeres que ocupan cargos políticos es el doble que en 1995, su participación política ha crecido con relativa lentitud. Las mujeres ocupan el 22% de los escaños en las asambleas legislativas nacionales, lo que supone un aumento respecto al 12% de hace 20 años. También siguen siendo significativamente escasas en los procesos de paz formales, donde sólo el 10% de los negociadores de paz son mujeres.
"Los datos son conocimiento y el conocimiento es poder; en este caso, el poder de ayudar a las mujeres y las niñas a construir un futuro mejor", dijo Melinda Gates, cofundadora de la Fundación Gates, en el prefacio del informe."
